Dolor de espalda y artes internas: aprender a transmitir en lugar de aguantar

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El dolor de espalda es una de las dolencias más comunes en nuestra sociedad. Pasamos horas sentados, con la columna rígida, acumulando tensiones sin darnos cuenta. Muchas personas llegan al chikung y al taichí chuan buscando alivio para sus problemas en la columna, sin saber que, más allá de un simple ejercicio, encontrarán una nueva forma de relacionarse con su cuerpo y con el movimiento.

Uno de los conceptos clave en estas disciplinas es transmitir y no aguantar. Muchas veces, la espalda duele porque se convierte en un pilar rígido que lo soporta todo. No libera, no cede, no deriva la carga hacia donde debería ir: la tierra.

La espalda como puente, no como carga

Imaginemos que la espalda es un puente. Si intentamos sostener todo el peso en un punto fijo, con el tiempo la estructura se resentirá. Pero si permitimos que la carga fluya, si aprendemos a transmitir en lugar de aguantar, el cuerpo encontrará su equilibrio natural.

📌 ¿Cómo se logra esto?
La clave está en la cadera y las piernas, las verdaderas «válvulas» que permiten descargar el peso hacia el suelo. Cuando están activas y alineadas, permiten que la energía fluya sin sobrecargar la espalda. En taichí y chikung, cada postura y cada desplazamiento están diseñados para devolver al cuerpo esta capacidad natural.

Ejercicio y conciencia corporal: el camino hacia el alivio

Al practicar chikung y taichí, no solo movemos el cuerpo, sino que también reeducamos nuestra postura y forma de caminar. Con el tiempo, aprendemos a:

✔️ Liberar tensiones en la columna vertebral.
✔️ Activar la cadera y las piernas para descargar el peso correctamente.
✔️ Recuperar la fluidez del movimiento sin esfuerzo ni rigidez.
✔️ Construir una postura equilibrada y sin bloqueos.

Más allá del cuerpo: una lección para la vida

Este principio no solo se aplica al cuerpo, sino también a la mente. Muchas veces nos aferramos a preocupaciones, tensiones y responsabilidades de la misma forma en que nuestro cuerpo carga el peso sin soltarlo. Aprender a transmitir en lugar de aguantar también significa aprender a dejar ir, a confiar, a encontrar un punto de apoyo sin forzar.

Al final, el cuerpo nos enseña lo que a veces olvidamos: la fuerza no está en resistir, sino en saber canalizar y soltar.

Ejercicio: Hundirese en la tierra: Zhan Zhuang

📌 Objetivo:
Este ejercicio ayuda a descargar el peso hacia la tierra, liberando la tensión de la espalda y activando la conexión entre la cadera y las piernas.

Paso a paso:

1️⃣ Postura inicial

  • Colócate de pie con los pies separados al ancho de los hombros.
  • Mantén las rodillas ligeramente flexionadas, sin bloquearlas.
  • Deja caer los brazos a los lados del cuerpo, con los hombros relajados.
  • Imagina que un hilo tira de tu coronilla hacia arriba, alineando la columna sin esfuerzo.

2️⃣ Sentir el peso y soltar

  • Inhala suavemente por la nariz y siente cómo el aire expande el abdomen.
  • Al exhalar, imagina que el peso de tu cuerpo baja hacia los pies, como si te hundieras ligeramente en la tierra.
  • Permite que la cadera se relaje y se hunda suavemente, sin rigidez.

3️⃣ Activar la transmisión del peso

  • Con cada exhalación, visualiza cómo el peso fluye desde la espalda, pasando por la cadera y bajando por las piernas hasta los pies.
  • Puedes imaginar que eres un árbol y que tus raíces se extienden bajo tierra, absorbiendo la estabilidad del suelo.

4️⃣ Movimiento de balanceo

  • Para profundizar la sensación, realiza un pequeño balanceo:
    🔹 Inhala y lleva el peso ligeramente hacia los talones.
    🔹 Exhala y deja que el peso fluya hacia la parte delantera de los pies, como si la tierra te sostuviera.
    🔹 Repite el balanceo varias veces, sintiendo cómo la espalda deja de cargar y comienza a transmitir.

5️⃣ Cierre del ejercicio

  • Detén el balanceo y quédate unos segundos en quietud.
  • Siente cómo el cuerpo está más suelto y ligero.
  • Toma una inhalación profunda y, al exhalar, relaja completamente todo el cuerpo.

📌 Consejo:
Practica este ejercicio durante 5-10 minutos al día y observa cómo, con el tiempo, la espalda se libera y la sensación de estabilidad mejora.

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